Enrique Veiga lleva tres generadores de agua al desierto de Namibia; Inmaculada Castro los comercializa en Chile; Stephane Espinosa crea un sistema de refrigeración ecológico sin electricidad y María Cano enseña a cocinar con el sol a Haití
Hoy, el curso de la Historia se está decidiendo en las fronteras de todo el mundo. En ellas suelen cruzarse las miradas de los que se ven obligados a emigrar, en busca de la paz que les es negada en su propio país, y la de los que llegan desde los lugares más remotos para, literalmente, calmar el hambre y la sed de los que no han tenido más remedio que quedarse. Entre quienes han tenido que pagar el alto precio de «entregar» su bienestar y relativa calma a cambio de poder cooperar con las ciudades más castigadas, se encuentran varios andaluces.
Los proyectos de María Cano, Inmaculada Castro, Enrique Veiga y Stephane Espinosa, que han enseñado a cocinar con el sol a la sociedad haitiana; han puesto en marcha un sistema de refrigeración ecológicoque no precisa de electricidad o han inventado un generador capaz de produdir hasta 120 litros de agua al día en el desierto a bajo coste, contribuyen a mejorar, de una forma u otra, la calidad de vida de quienes se cruzan en sus caminos.
En este sentido, la ONG de cooperación internacional Cesal realiza una encomiable labor en Haití, donde sus cooperantes lideran distintas misiones con el objetivo de frenar la deforestación y la sobreexplotación de la que ya es la tierra más empobrecida de toda Latinoamérica. Al no contar con fuentes de energía tradiciones, como la electricidad y el gas, la madera se convierte en el único recurso. De ahí que entre los objetivos de la organización esté el de enseñar a la población haitiana a utilizar la cocina solar para evitar el colpaso de los bosques. Diseñada por por Auguste Mouchot en torno a 1857 para el ejército francés, consta de una parabólica con un punto donde se concentran los rayos de sol. Justo desde este centro, se proyectan hacia la cacerola que se emplee para cocinar. Como explica María, una de las cooperantes, «acudimos a los colegios para enseñar a la población a utilizarlas. Allí, creamos canteras en las que apoyamos la cocina para que ellos aprendan gestionarla, además de hacerles ver la importancia de cuidar el medio ambiente».
El mayor generador de agua del mundo
Por su parte, Stephane, Enrique e Inmaculada trabajan un poco menos «sobre el terreno», ya que su «batalla» suele librarse en las empresas o laboratorios desde los que crean los prototipos pensados para países ricos en recursos naturales pero sin agua potable ni electricidad.
En cuanto a los generadores, pueden producir hasta 5.000 litros diarios de agua en el desierto, a cuarenta grados centígrados y con una humedad en torno al diez por ciento, a bajo precio. Todo ello, extrayendo la humedad del aire. Es Inmaculada Castro quien está comercializando ahora en Chile la máquina creada por la familia Veiga, oriunda del Viso del Alcor (Sevilla). Enrique Veiga, el inventor de la misma, hace lo propio en Namibia, país en el que se encuentra afincado y en el que ya cuentan con tres generadores.
Según los líderes del proyecto, el coste aproximado de un litro de agua producido pagando el Kw/h a 0.06 euros es de 0.0173 euros /litro, lo que supone una tecnología bastante asequible en zonas en vías de desarrollo. Ahora están a punto de lanzar el primer prototipo del que será «el mayor generador de agua del mundo». El primero de ellos llegará a Oriente Medio en septiembre y «será capaz de producir 10.000 litros diarios de agua, con una humedad relativa del 13%».
Premiado en Kuwait
El sistema de refrigeración ecológico que ha patentado el malagueño Stephane bien podría complementar el invento de los visueños. «No necesita estar conectado a la corriente eléctrica, al funcionar a través determodinámica, utilizando los mismos gases de la atmósfera, lo que permite ahorrar agua potable, además de enfriar alimentos o transportar órganos o medicamentos», matiza. Esta semana ha recibido el primer prototipo y ya ha sido galardonado con una medalla de Plata en la Feria Intenacional de Inventores celebrada en Kuwait y una de Oro en EE.UU.
