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Estas siglas significan Unión Económica y Monetaria (UEM) y se refieren a un área que comparte un mismo mercado, una misma moneda y en la que se lleva a cabo una política monetaria única.
Cuando se lleva a cabo una unión de este tipo, como ocurre en la Unión Europea, los bancos de los países que pertenecen a ese grupo ceden algunas de sus funciones, como por ejemplo fijar el tipo de interés del dinero.
Ese mercado compartido tiene ventajas como: reducción de los costes de las transacciones entre los países, precios más estables, y más movilidad de bienes, servicios y personas. El mercado es más grande, no solo para comprar y vender, sino también para buscar trabajo sin trabas.
Con este adjetivo se califica algo desde un solo aspecto o lado, participando solo una de las partes. Si se toma una decisión unilateral, en esa decisión solo se ha tenido en cuenta la opinión de una de las partes implicadas. Cuando se lleva a cabo un acuerdo, pacto o contrato entre dos o más partes, normalmente todas deben opinar. Si solo opina una, sin tener en cuenta lo que piensa el resto, el acuerdo se ha efectuado unilateralmente.
Montenegro y Kosovo han adoptado el euro de forma unilateral, lo que quiere decir que en esa decisión solo han tenido en cuenta lo que ellos querían, y no lo han hecho de manera consensuada con otros países que ya lo utilizan.
Acuerdo por el que dos o más empresas se unen durante un tiempo para llevar a cabo un proyecto, obra o servicio, de manera conjunta. Cumplido el proyecto, el acuerdo se deshace.
La sigla UTE, como otras siglas conocidas, se ha terminado convirtiendo, gracias a su uso, en un vocablo pleno, un sustantivo que también se puede escribir así: ute.
Acción o capacidad de usar algo.
Antes de dejar de usar algo, los consumidores y las empresas deberían pensar si es posible su reutilización o si es posible reciclarlo, para darle un uso nuevo, diferente, y no malgastar los recursos del planeta.
Cobro de intereses desmesurados en un préstamo. Generalmente se considera delito en cualquier legislación.
En la España de los siglos de oro, la palabra usura se empleaba para cualquier tipo de préstamo. Los prestamistas, muchos de ellos de raza judía, eran mal mirados por la sociedad de su tiempo, pese a que hasta reyes y nobles recurrían a sus servicios.
Quien presta dinero a cambio de un interés desorbitado, o saca un beneficio excesivo de un negocio, asunto o contrato.